Orrialde nagusia

viernes, 19 de febrero de 2010

Vivir con el hambre fototexto



Trabajar con hambre es muy duro. Tener que comer una pequeña ración de comida al día, jamás te quita la sensación de hambre que te corroe por dentro. Siempre vives sintiendo los rugidos en tu estomago. Seguro de que ninguno o ninguna de los que estáis leyendo este texto, habéis tenido esta sensación. Pero en el mundo hay millones de personas en África, Asia y América que solo comen una vez al día y que, cada mañana, sueñan con el plato de arroz del comedor que ha montado una ONG en su poblado. Seguramente muchos de vosotras y vosotros estaréis pensando, “qué pena” pero no podemos hacer nada. Y es que mientras los países ricos no realicen una mejor distribución de los alimentos, el problema del hambre en el mundoo no tiene solución.

Itziar Albizu

1 comentario:

Saioa Eraso dijo...

Cuando vemos fotos de niños que parecen esqueletos andantes, todos sentimos mucha pena por ello, pero en realidad poco podemos hacer. Nos tranquilizamos a nosotros mismos dando un poco de dinero y siempre tenemos la duda de que si ese dinero llegará realmente o se lo quedan las personas que trabajan en esas organizaciones.
Algunos países ricos le envían de vez en cuando cantidades de alimentos, pero esos es pan para hoy y hambre para mañana. Lo que tendrian que hacer es enseñarles a trabajar la tierra, a leer y a escribir y a aprovechar todos los recursos que tengan aunque sean pocos.

Saioa Eraso