El pasado 27 de abril se produjo una gran desgracia en un pequeño país llamado Haití. Desde ese día muchos niños quedaron huérfanos, las mujeres embarazadas perdieron a sus hijos y unas 200000 personas murieron.
Haití ya era un mundo de pobreza pero tras el terremoto se convirtió en un infierno. Sin dinero, medicamentos, comida y agua potable era imposible sobrevivir. Si no hubiese sido por la solidaridad de muchas naciones y organizaciones, el número de los fallecidos hubiese sido todavía mayor. Haití poco a poco se está recuperando de una catástrofe que nunca olvidarán, porque los muertos y daños personales causados por el terremoto, han sido demasiado cuantosos.
BEGOÑA AZANZA
No hay comentarios:
Publicar un comentario